EL RINCÓN DEL AUDIÓLOGO

Información útil para Audiólogos / Audiólogos Protésicos

Acumetría

E.Poveda

Marcan los comienzos dentro del mundo de la audiología. Su metodología es simple, y consiste en analizar la percepción que tiene un paciente cuando se le presenta un estímulo de tono puro mediante un diapasón.

Prueba de Weber.

Esta prueba, debe su honor a su creador, Ernst Heinrich Weber (médico alemán 1795-1878), y esta consistía en poner un diapasón previamente golpeado para vibrar, en el centro superior de la cabeza del paciente.

Weber

Según donde lo escuchara el paciente con más intensidad, la prueba nos indicaba que:

  • Había un problema neurosensorial donde menos escuchaba (cóclea afectada).
  • Había un problema transmisivo donde más escuchaba (amplificación por la vibración).

La pregunta que surgía en aquel entonces era: ¿cómo podríamos concretar un poco más este diagnóstico?. Así pues, llegó la segunda prueba.

Prueba de Rinne.

Esta prueba complementaria debe su nombre a su creador, otro médico alemán, Heinrich Adolf Rinne (1819-1868).

Esta prueba, también realizada con un diapasón, combinaba el estímulo acústico por vía aérea y ese mismo estímulo por vía ósea, sobre el mismo oído; con ello buscaba correlacionar el tiempo con el que el paciente escuchaba el estímulo por vía ósea vs. aérea.

RinneCon esta prueba se analiza el tiempo de percepción auditiva del paciente desde que se estimula la vía ósea (VO) y rápidamente estimulamos la vía aérea (VA).

De este modo, se puede deducir si el problema es transmisivo, o neurosensorial, según la rapidez con la que el paciente deje de escuchar la vía aérea.

Si además, lo complementamos con la prueba de Weber (lateralización del sonido por vía ósea), podemos ser más precisos a la hora de diagnosticar si es una neurosensorial, o una transmisiva.

Los resultados de las pruebas conjuntas pueden ser los siguientes:

  • Si el paciente lo escucha bien tanto por VO como por VA: Normoyente (Rinne positivo)
  • Si el paciente lo escucha bien por VO pero deja de escucharlo por VA: posible problema neurosensorial leve (Rinne positivo con patología)*.
  • Si el paciente lo escuha bien por VO pero no lo escucha por VA: posible problema transmisivo (Rinne negativo).
  • Si el paciente lo escucha bien por VO, pero no lo escucha por VA (y en este caso, lo que realmente sucede es que lo escucha por la VO del otro oído debido a la lateralización del sonido): posible cofosis del oído explorado (falso Rinne negativo).  EN ESTE ULTIMO RESULTADO NECESITAMOS PRUEBA DE WEBER.
*: podrían ser también problemas transmisivos leves.

Con estas técnicas exploratorias, que son las más conocidas, alrededor del siglo XIX podían llegar a conclusiones sobre el dignóstico auditivo de un paciente, a grosso modo.

Pruebas de Schwabach, Bing… y muchos otros.

Estas pruebas son menos conocidas, porque parecen más las variantes de las dos citadas anteriormente y son bastante más imprecisas (partiendo de la base de cuán precisas son las de Weber y Rinne).

La Prueba de Schwabach compara la audición del sonido del diapasón en la mastoides del paciente y en la del explorador, y se denomina «absoluta» porque se elimina el ruido ambiental tapando el conducto del oído que se prueba. La prueba sólo tiene validez si se conoce la audición vía ósea (audiometría) del explorador; se valora la diferencia del tiempo de percepción del estímulo entre el explorador y el paciente.

  • Si el tiempo de percepción es inferior en el explorador vs paciente, puede haber un problema transmisivo (por el efecto amplificador): Schwabach alargado.
  • Si el tiempo de percepción es superior en el explorador vs paciente, puede haber un problema de percepción: Schwabach acortado.

La Prueba de Bing, por su parte, nos sirve para confirmar si la pérdida auditiva del paciente es predominantemente de transmisión o de percepción. Procedemos colocando el diapasón en la mastoides y enseguida cerraremos la abertura del Conducto Auditivo Externo (CAE). Esto hará que el sonido se amplifique por la cavidad aérea del CAE.

  • Si el paciente lo escucha mejor con el CAE sin sobstruir: paciente normoyente o con hipoacusia neurosensorial.
  • Si el paciente lo escucha mejor con el CAE obstruido: paciente con pérdida transmisiva.
  • Si el paciente lo escuha igual con el CAE obstruido y sin obstgruir: paciente con pérdida mixta.

La Prueba de Gellé consiste en realizar una presión aérea sobre el tímpano, para producir un hundimiento de la platina del estribo, y conseguir así disminuir la audición. Se coloca un diapasón vibrando en las mastoides, y se insufla aire a presión dentro del CAE, observándose si el paciente oye más o igual.

  • Si el oído disminuye la audición al aumentar la presión: oído normal o hay hipoacusia de de percepción (Gellé positivo).
  • Si el oído no disminuye la audición al aumentar la presión: hipoacúsia transmisiva (Gellé negativo).

En la Prueba de Runge, en la que en lugar de poner aire a presión se coloca agua o alcohol templado con la cabeza ladeada.

En la Prueba de Scat, mediante una maniobra de Valsalva se ejerce una presión centrífuga sobre el tímpano. Con el diapasón en la mastoides en las hipoacusias de transmisión no se modifica la percepción ósea. En las neurosensoriales y pacientes normoyentes, sí.

Todavía nos quedarían infinidad de variantes como las pruebas de Rius, de Bonnier o Poch-Viñals, pero no dejarían de ser modificaciones a las primeras, al igual que este último grupo que he explicado.

Lo que quiero que observéis, es como con aparatos que no precisan de electrónica, simplemente jugando con la física, se puede hacer un diagnóstico (vale, no es que sea muy preciso, pero al menos nos da una ligera idea de por donde pueden ir los tiros) de un paciente que nos dice que no oye bien.

Con esto damos por concluido el apartado de Acumetrías. Si tenéis alguna duda o sugerencia, no dudéis en plantearlas.

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